Algunos comportamientos de nuestros pequeños amigos nos resultan graciosos, pero pueden no serlo para nada. En ocasiones algunos de estos comportamientos son reflejo de un problema de salud, y tú sin saberlo. Aquí te dejamos algunos para que los tengas en cuenta, aunque siempre es mejor consultar a tu veterinario de confianza.
- Perseguirse la cola: Es muy gracioso ver como tu perro se persigue y muerde la cola. Sin embargo, si el animal repite mucho este comportamiento, puede ser síntoma de que tiene pulgas que le provocan una dermatitis alérgica, o que tiene un problema en las glándulas anales. Si se convierte en un hábito muy repetitivo, puede que tu perro sufra de TOC o Trastorno Obsesivo Compulsivo, por lo que lo mejor es que lo lleves al veterinario.
- Girar la cabeza: sabemos que te encanta cuando hablas a tu perro y éste ladea la cabeza… Si, es muy mono. Sin embargo, si lo hace habitualmente o ladea la cabeza siempre para el mismo lado, puede tener un problema en los oídos. Al ladear la cabeza, el animal intenta mejorar su audición, es decir, intenta escuchar mejor. Por ello, si este comportamiento se repite con frecuencia, puede ser que tu amigo tenga otitis, o que se esté quedando un poco sordo, llévalo al veterinario cuanto antes.
- Tos: Si el animal tiene tos constantemente (crónica), en especial si es un cachorro, debes de llevarlo al veterinario, ya que puede desembocar en una neumonía mortal. Esta tos puede ser síntoma de enfermedades del corazón, gusanos en el corazón, traqueobronquitis infecciosa o enfermedades pulmonares.
- Presionar la cabeza contra paredes o muebles: Aunque puede significar simplemente que tu perro es un poco raro, también puede ser síntoma de algo mucho más grave como tumores cerca del cráneo o del cerebro, toxinas como el plomo que se introducen en el organismo, un trastorno metabólico o un traumatismo craneal agudo. Para identificar si se trata de alguno de estos problemas, acude al veterinario y explícale el comportamiento de tu perro.
- Duerme demasiado: Si tu perro no hace otra cosa más que dormir, puede que sufra depresión… Si, ellos también se ponen tristes. Otra opción es que tu perro tenga problemas de hipotiroidismo, los cuales hacen que su función metabólica baje y por tanto aumenta su somnolencia. También puede tratarse de diabetes, aunque es poco frecuente, y suele afectar más a perros ancianos, en especial a las hembras. Por último, existen multitud de enfermedades infeccionsas que causan somnolencia en los perros como: la rabia, el moquillo, parvovirus, la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas y la enfermedad de Lyme.